Seguramente como madre te has planteado fortalecer el desarrollo integral de tú bebé y por ende su autoestima.
El desarrollo emocional de un niño involucra en un 100% a los padres. Es necesario que como adultos, se atiendan además de las necesidades materiales del niño, las emocionales: amor, cariño, atención y afecto. Estas cosas usualmente pasan a un segundo plano y pierden importancia por lo que la concepción y el amor propio del infante se ven resentidos.
Autoestima.
La autoestima es una necesidad emocional para cualquier ser humano. Cuando un niño está en pleno proceso de crecimiento y de formación de su personalidad, su bienestar depende no sólo de sí mismo, sino también de su entorno familiar y académico.
Todas las acciones que afecten las emociones de los pequeños pueden desencadenar en una autoestima baja: falta de amigos, complejos físicos, familias desestructuradas, falta de integración en clase, soledad, etc.
¿Cómo ayudarles a fortalecer su autoestima?
- Evitar las comparaciones. Sentirse comparado implica que otra persona siempre es mejor. Siempre hay un perdedor y se está a la sombra de alguien más.
- Las demostraciones de afecto. Un abrazo o un beso, las caricias verbales, se convierten en bienestar emocional. El amor nunca debe darse por supuesto, siempre debe ser demostrado abiertamente.
- El juego no sólo es una forma de entretenimiento, sino también un excelente estímulo a nivel emocional para alimentar la autoestima de cualquier niño. Existen actividades que favorecen el contacto: andar en bicicleta, realizar una excursión, salir al parque, hacer deporte.
- Tener contacto regular con otros miembros de la familia, fomentar valores asociados al compartir y al establecimiento de vínculos afectivos.
- Fomentar hábitos que refuercen la unión familiar: compartir durante la comida y la cena, leer un cuento de buenas noches, etc.
- Fomentar el elogio antes que la crítica. Sobre todo para actividades cotidianas: recoger la habitación, hacer tareas, etc.
- Reforzar el valor del niño por lo que es más que por lo que tiene.
- Dar al niño responsabilidades de una forma acorde a su edad.
- Crear un ambiente ordenado con unos horarios marcados para que el niño tenga interiorizada una rutina que le de bienestar y seguridad.