Seguramente como madre te has planteado fortalecer el desarrollo integral de tú bebé y por ende su autoestima.

El desarrollo emocional de un niño involucra en un 100% a los padres. Es necesario que como adultos, se atiendan además de las necesidades materiales del niño, las emocionales: amor, cariño, atención y afecto. Estas cosas usualmente pasan a un segundo plano y pierden importancia por lo que la concepción y el amor propio del infante se ven resentidos.

Autoestima.

La autoestima es una necesidad emocional para cualquier ser humano. Cuando un niño está en pleno proceso de crecimiento y de formación de su personalidad, su bienestar depende no sólo de sí mismo, sino también de su entorno familiar y académico.

Todas las acciones que afecten las emociones de los pequeños pueden desencadenar en una autoestima baja: falta de amigos, complejos físicos, familias desestructuradas, falta de integración en clase, soledad, etc.

¿Cómo ayudarles a fortalecer su autoestima?

  1. Evitar las comparaciones. Sentirse comparado implica que otra persona siempre es mejor. Siempre hay un perdedor y se está a la sombra de alguien más.
  2. Las demostraciones de afecto. Un abrazo o un beso, las caricias verbales, se convierten en bienestar emocional. El amor nunca debe darse por supuesto, siempre debe ser demostrado abiertamente.
  3. El juego no sólo es una forma de entretenimiento, sino también un excelente estímulo a nivel emocional para alimentar la autoestima de cualquier niño. Existen actividades que favorecen el contacto: andar en bicicleta, realizar una excursión, salir al parque, hacer deporte.
  4. Tener contacto regular con otros miembros de la familia, fomentar valores asociados al compartir y al establecimiento de vínculos afectivos.
  5. Fomentar hábitos que refuercen la unión familiar: compartir durante la comida y la cena, leer un cuento de buenas noches, etc.
  6. Fomentar el elogio antes que la crítica. Sobre todo para actividades cotidianas: recoger la habitación, hacer tareas, etc.
  7. Reforzar el valor del niño por lo que es más que por lo que tiene.
  8. Dar al niño responsabilidades de una forma acorde a su edad.
  9. Crear un ambiente ordenado con unos horarios marcados para que el niño tenga interiorizada una rutina que le de bienestar y seguridad.
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